Mantenimiento diario
Hacer una limpieza regular ayuda a evitar líos mayores en las placas de cocción. Limpiar día a día no solo evita que se acumule la mugre, sino que también reduce los rayones. Lo ideal es limpieza de baldosas tras cada uso con un paño suave y un limpiador adecuado. Este hábito, aunque parezca simple, hace una gran diferencia en su aspecto y funcionamiento.
Además, quitar los restos de comida de forma habitual (esto es muy importante para conservar la superficie en buen estado) también ayuda. Una limpieza diaria con una esponja suave y agua caliente suele ser suficiente para que las placas se queden limpias y sin esas manchas difíciles de quitar.
Soluciones para quitar rayones
Aunque cuides la placa a diario, puede que aparezcan rayones. Para solucionarlo, existen algunos métodos que realmente funcionan. Por ejemplo, el amoníaco puede ser un aliado: usado de forma correcta, ayuda a disimular esos pequeños daños. Se recomienda preparar una solución con 20 ml de amoníaco por ½ litro de agua y aplicarla con un paño suave haciendo movimientos circulares sobre las zonas afectadas. Repetir este proceso varias veces puede dejar resultados bastante visibles.
Otra opción súper accesible es la pasta de dientes (sí, esa misma que usas para cepillarte). Antes de aplicarla, asegúrate de que la placa esté limpia y seca. Coloca una pequeña cantidad en un paño y frota con movimientos circulares sobre los rayones. Después de unos minutos, limpia los restos con un paño húmedo.
Si ninguna de estas técnicas te convence, puedes probar con un limpiador de metales. Como este producto suele ser un poco más abrasivo, lo mejor es testearlo en una zona pequeña para asegurarte de que no daña más la superficie.
Consejos para evitar daños futuros
Prevenir siempre es mejor que tener que arreglar. Para proteger las placas y evitar más rayones, es buena idea usar utensilios adecuados y evitar deslizar ollas o sartenes sobre ellas. También ayuda poner protectores cuando no se estén usando, para mantener la superficie en buen estado.
Adoptar estas medidas sencillas y prácticas no solo te ayudará a conservar las placas sin daños visibles, sino que también asegurará que sigan funcionando correctamente durante muchos años.
Mantener impecables las placas de cocción requiere un poco de dedicación y atención a los detalles. Aunque al principio los rayones puedan parecer permanentes, usando los cuidados adecuados y productos como el amoníaco o la pasta de dientes, se pueden casi hacer desaparecer. Estas técnicas, fáciles y sin gastar mucho, no solo te permiten contar con una cocina que funciona bien, sino que también luce increíble. Con estos hábitos, podrás disfrutar por mucho tiempo del brillo original y del máximo rendimiento de tus placas vitrocerámicas.